domingo, 28 de mayo de 2017

Segunda Guerra Mundial: Españoles en el Ejército Soviético

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En esta ocasión, nos toca hablar de los españoles alistados en el Ejército Soviético. Este es el cuarto artículo que publico sobre la participación de los españoles en la Segunda Guerra Mundial en el Frente del Este, destacando en las entradas anteriores a los soldados encuadrados en el Ejército Alemán. 

He pasado mucho tiempo leyendo, repasando, escuchando testimonios y buscando información de forma exhaustiva esperando que los datos expuestos sean muy rigurosos. Animo al lector a que envíe cualquier información relevante que por olvido o desconocimiento no se vea reflejado en estos artículos. Debo reconocer que mientras escribo, voy recordando mi participación en el XII Festival Internacional de la Juventud que se celebró en Moscú en 1985, formando parte de la Delegación Española, donde pude visitar lugares emblemáticos de la Defensa de Moscú durante la Segunda Guerra Mundial. Asimismo, disfrutar de dos días de trabajo intenso con los miembros del Centro Español de Moscú, formado mayoritariamente por los llamados “niños y niñas de la guerra”. Algunos de ellos, los mayores, participaron activamente en la Defensa de Moscú, Leningrado y Stalingrado.
La Brigada Independiente de Fusileros Motorizados de Destino Especial (Otdelnaya Moto-Strekovaya Brigada Osobo Naznacheniya u OMSBON), fue creada por la policía política soviética del NKVD, para llevar la lucha más allá del frente alemán, es decir, en la retaguardia. En él se constituyó el Batallón Multinacional con la finalidad de encuadrar extranjeros de ideología bolchevique para enfrentarse al Eje. La 4ª Compañía de dicho batallón sería la que estaría formada en su mayor parte por voluntarios republicanos españoles.
En el verano de 1941, la 4ª Compañía Española del OMSBN se forma en Moscú liderado por el capitán Pelegrín Pérez Galarza, nacido en Buñol, Valencia, integrado por 125 voluntarios, entre los que 119 eran hombres y 6 mujeres.
El OMSBN estaba al mando del coronel soviético Mihail Fedoróvich Orlov, y la 4ª Compañía Española la dirigía el comandante Domingo Ungría, un veterano guerrillero de la Guerra Civil Española. Pelegrín Pérez Galarza sería nombrado comisario político de sus hombres en representación de la NKVD bajo supervisión del jefe de esta, Lavrenti Beria.
El entrenamiento de la 4ª Compañía Española se hizo para actuaciones como guerrilla partisana y saltos en paracaídas tras las líneas del Eje en Ucrania y Rusia.
Su bautismo de fuego fue en la defensa de Moscú, durante el crudo invierno de Diciembre de 1941. Los alemanes fueron detenidos a las afueras de la ciudad. La 4ª Compañía Española custodió esta posición hasta el invierno de 1942. Algunos miembros tomaron parte en escaramuza contra los invasores en los alrededores.
Los primeros españoles en llegar tras las líneas enemigas lo hicieron saltando en paracaídas sobre Ucrania: seis hispanos y seis soviéticos. Posteriormente se sumo el resto de la Compañía. Ucrania era un lugar paradójico puesto que se estaba luchando una guerra civil dentro de una guerra mundial: Alemania mantenía el país ocupado militarmente, pero parte de este había conseguido la autonomía, desplegando un ejército nacionalista ucraniano para luchar contra la URSS.
EL 25 de Junio de 1942, la 4ª Compañía Española fue descubierta en su escondite por los alemanes y los nacionalistas ucranianos y aunque todos los españoles pudieron escapar, en la acción resultó herido en un brazo Josep Florejacs, que sería evacuado hacia Moscú en un avión de salvamento.
Con la ofensiva alemana que culminó en la expulsión del Ejército Rojo de Ucrania y su huída a Kazakhastán y la Cordillera del Cáucaso, la 4ª Compañía Española fue evacuada de su área de operaciones y enviada a restablecerse en la República Soviética de Georgia, concretamente en su capital Tiblisi.
A finales de 1942 y primeros de 1943 los republicanos españoles combatieron a los alemanes, nacionalistas georgianos y otros pueblos independentistas del Cáucaso en las más altas montañas de la región euroasiática.
En la localidad de Guelenzhik donde se reunió el mayor contingente republicano español en el Frente del Este. La mayor parte de las bajas españolas tuvieron lugar contra las tropas rumanas que se asentaban en las playas del Mar Negro. Entrado 1943 y tras ser el Cáucaso reconquistado por el Ejército Soviético, la 4ª Compañía Española regresó a Moscú.
En la Batalla de Stalingrado, Francisco Cañizares, José Letosa y José Francés fueron lanzados en paracaídas tras las líneas alemanas y lograron destruir un puente que impidió la llegada de importantes reservas para el Eje a la urbe.
Moscú de nuevo se convirtió en sede de la 4ª Compañía Española, esta vez bajo el mando del propio líder de la NKVD, Lavrenti Beria, el cual gestó un plan para capturar al general de la División Azul Española, Emilio Esteban Infantes, por un grupo de seis españoles vestidos con uniformes de oficiales alemanes que saltasen sobre Lituania. Los seis españoles llegaron a la capital de Lituania, Vilna, sin embargo una vez allí no pudiendo atrapar a su objetivo. Tras la experiencia la NKVD ordenó enviar de nuevo a los españoles a Ucrania, lugar donde la 4ª Compañía Española sabía pelear mejor.
En Julio de 1943, en Ucrania un comando compuesto por 20 guerrilleros españoles recibió la misión por orden de Lavrenti Beria de destruir un tren en el que se alojaban oficiales alemanes. Cuando los españoles llegaron sigilosamente a la estación, no pudieron acercarse porque los alemanes estaban haciendo una fiesta en la que habían invitado a todos los aldeanos ucranianos de un pueblo cercano. La misión tuvo que retrasarse quedándose los españoles tumbados a la espera, pero tuvieron mala suerte porque un perro vigía los olió, así que se puso a ladrar avisando a los centinelas que respondieron disparando. El tiroteo fue corto y los partisanos se ocultaron entre la oscuridad lanzando pequeñas descargas toda la noche. Al amanecer consiguieron infiltrarse en la estación y destruir el tren con una fuerte explosión. Aquel fue el único tren en la Segunda Guerra Mundial volado por españoles, en la acción uno de ellos murió en el combate el asturiano Antonio Blanco de 22 años.
Una vez los alemanes se retiraron de Ucrania, la misión de lucha partisana terminó para la 4ª Compañía Española, unos se enrolaron en el Ejército Rojo y Otros siguieron realizando operaciones tras las líneas enemigas: Manuel Souto, Baltasar Ripoll y Carlos García en Rumanía; y en Checoslovaquia los radiotelegrafistas que apoyaron a los checos, Segundo Moreno y Ángel Ferrer. Otros lucharon en Yugoslavia, Hungría o Austria. Algunos españoles pudieron tomar parte en la Batalla de Berlín en 1945, como el teniente vasco, Manuel Alberdi que tendió un puente sobre el Río Spree para que los soviéticos pudieran marchar sobre el Reichstag.
Al finalizar la Segunda Guerra Mundial habían muerto un total de 204 españoles de la 4ª Compañía Española del OMSBN. Hubo más de 700 condecoraciones soviéticas para los hispanos, entre las que había Medallas de la Estrella Roja y la Orden de Lenin, además de otras concedidas por los Estados comunistas del Pacto de Varsovia en la Guerra Fría como Polonia, Rumanía, Hungría o Yugoslavia.
También comenzaron a combatir en la guerrilla los pilotos republicanos, pero en 1942 uno de ellos, José María Bravo, se encontró por casualidad en Moscú con el general Alexander Osipenko, jefe de la defensa antiaérea soviética que le conocía desde la Guerra Civil Española.
Fue así como más de 70 españoles lograron combatir en los cielos de la URSS. Por el número de aviones derribados los nombres de varios quedaron grabados en la lista de los hombres destacados de la Segunda Guerra Mundial. Prueba de ello es el hecho de que en la escuadrilla de cinco cazas que escoltó el avión de Stalin a la conferencia cumbre de los aliados en Teherán, tres eran pilotados por españoles, y la encabezaba el para entonces coronel José María Bravo al que dedicaremos un artículo en nuestra próxima entrada.
Más mérito aún tienen sus proezas, petrificadas en monumentos sobre las tumbas españolas en Crimea y el Cáucaso, los bosques de Smolensk y Leningrado, y a orillas del Volga convertidas en auténticas leyendas.
En la antigua Stalingrado, a escasos metros del rio, está la tumba del capitán Rubén Ruiz Ibarruri, héroe de la Unión Soviética e hijo de la "Pasionaria", Dolores Ibárruri.
Dos combates le cubrieron de gloria. En el primero, cerca de Borísov, al frente de un pelotón de ametralladoras, el teniente Ruiz contuvo el avance de fuerzas alemanas muy superiores hasta perder la última ametralladora y luego sólo con granadas y pistolas lanzó un contraataque que desorientó a los nazis e hizo posible la llegada de refuerzos. Meses después, ya en Stalingrado, tomó el mando de un batallón y poco antes de morir consiguió detener el avance de una división acorazada alemana.
En la capital rusa está situado el Parque de la Victoria, dedicada a los caídos en la Gran Guerra Patria, como llamaban en la URSS a la contienda de 1941-1945 contra Alemania. La plaza también es un museo al aire libre sobre la Gran Guerra Patria.
Terminado tras la caída del comunismo, el parque alberga una iglesia ortodoxa, una mezquita y una sinagoga, símbolos de las principales religiones de Rusia. En una esquina del parque, en medio de una glorieta, aparece inesperadamente una pequeña capilla católica.
Una lápida en ruso y español recuerda al puñado de españoles que combatieron hombro a hombro con sus camaradas soviéticos.

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Fuerteventura, 28 de Mayo de 2017

lunes, 8 de mayo de 2017

La Batalla de Krasny Bor

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El miércoles 10 de febrero de 1943, un bombardeo de artillería masiva de 1.000 cañones y morteros soviéticos descendió sobre las líneas españolas precisamente a las 6:45. Los cohetes, los morteros y los cohetes Katyusha golpearon las trincheras, los búnkeres y las cuevas que se habían construido para fortalecer el flanco oriental del Grupo de Ejércitos del Norte. 


A las 8.45 horas, el bombardeo se desplazó desde la línea del frente hasta el propio Krasny Bor, afectando también a los pueblos de Podolvo y Raikelevo (situados al este y al sureste de Krasny Bor, respectivamente), siendo este último el puesto de mando.
Aproximadamente a las 8:40, la 45ª y 63ª Guardias y la 72ª División de Rifle, seguidas por algunos tanques, avanzaron hacia Staraia Mgsa (al este de Krasny Bor), Krasny Bor, Raikelevo y Podolvo, con la 63ª División de Rifles de Guardia enfrentando a los 5.900 soldados De la 250a División de Infantería, sosteniendo el flanco oriental de la línea. Atascadas por dos horas de bombardeo inicial, las formaciones españolas no pudieron retroceder hacia la ciudad y en muchos casos lucharon hasta la muerte. La línea de frente fue rápidamente superada, y muchos combatientes cayeron allí.
Dentro de Krasny Bor, una compañía de la 250 División de Infantería sostuvo la estación de ferrocarril de octubre, rechazando las cargas de la infantería y tres asaltos de tanques de las fuerzas soviéticas. A las 11:00 la compañía se redujo a 40 combatientes, sin embargo estos lograron mantener la fábrica hasta las 12:00. De 9:00 a 10:40, unidades aisladas españolas lucharon contra los ataques soviéticos pero fueron cortadas cuando los soviéticos se apoderaron del ferrocarril de octubre. Ahora rodeadas, las unidades que todavía sostienen la carretera de Leningrado-Moscú decidieron aferrarse el mayor tiempo posible y fueron destruidas en combate.
Entretanto, el 55º Ejército había avanzado a pesar de las fuertes bajas infligidas por las tropas españolas atrincheradas. Los soviéticos tomaron Raikelevo, que cortó Podolvo de Krasny Bor. En la propia Krasny Bor, la artillería española, los ingenieros y otros variados rezagados fueron atacados por la infantería y la armadura soviéticas y, a las 12:00, la 63ª División de Rifles de la Guardia informó de la captura de Krasny Bor, a pesar de que la mitad sur de la ciudad estaba todavía controlada por los españoles. Los tanques soviéticos abrieron fuego en un hospital y retiraron las ambulancias, pero finalmente fueron golpeados por tropas españolas armadas con Cócteles Molotov  y granadas de mano. La tarde trajo un tardío apoyo a los defensores en la forma de un ataque con bombardero Luftwaffe contra las posiciones soviéticas en torno a la ciudad de Kolpino, al norte de Krasny Bor, mientras que la 45ª División de Rifles de la Guardia se apoderó de Mishkino. Sviridov decidió insertar el grupo móvil en la batalla a última hora del día, pero fueron detenidos por una combinación de resistencia feroz y un deshielo repentino que detuvo a la Brigada de esquí de operar fuera de la carretera. El comando alemán reforzó las defensas españolas con grupos de batalla.
La 63ª División de Rifles de la Guardia avanzó hasta la parte centro-occidental de la ciudad, y después de las 15:15 logró empujar una pequeña formación en la parte trasera del puesto de mando delantero de la división española. Mientras tanto, las tropas españolas restantes fueron ordenadas a nuevas posiciones en el río de Izhora, al oeste de la ciudad. Aquí se mantuvieron contra los últimos ataques de la 63ª Guardia de Rifle Division del día.
Después de las 16:30 horas un grupo de batalla de la 212a División de Infantería alemana y dos compañías cada una de las Legiones Flamencas y Lituanas pudieron apoyar a los españoles con un contraataque en el bosque de Staraya Rechka y asumir la línea de frente de La carretera al río Izhora. Los elementos del 212º aliviaron a las tropas españolas que todavía sostienen la mitad sur de Krasny Bor.
Al final del día, la 63ª División de Fusileros de la Guardia avanzó cuatro o cinco kilómetros y capturó Krasny Bor, Mishkino, Staraya Mirza, Stepanovka y la estación de Popovka. En su ala izquierda, el ataque de la 43ª División de Rifles y la 34ª Brigada de Esquí tuvo éxito inicial, conduciendo a la 4ª División de Policía de SS en el Río Tosno.
En el sector del río Ishora, la 72ª División de Rifles repelió las líneas de los españoles hacia el río, destruyendo el Batallón de Reposición de Campo, pero sufriendo hasta un 70% de víctimas en el proceso.
Al día siguiente, el 11 de febrero de 1943, las 63 unidades de la División de Rifles de la Guardia fueron rodeadas en varios lugares, pero la 63ª División de Rifles de la Guardia tenía el control de Krasny Bor por la tarde. Se pensaba que un contraataque planeado por la división española y la 212a División de Infantería alemana sería exitoso, pero finalmente no se llevó a cabo debido a la preocupación por la posición general del 18º Ejército.



El 13 de febrero, el 55º Ejército había perdido casi un tercio de su fuerza inicial y la mayoría de sus tanques, y ya no podía avanzar. La penetración total alcanzada alcanzó una profundidad de cuatro a cinco kilómetros sobre una fachada de 14 kilómetros. Después de que el 262 regimiento de infantería español y el 1r batallón de la artillería evacuaron, bombardearon las posiciones soviéticas e intentaron un contraataque para recapturar Krasny Bor el 12 de febrero.


A pesar de la captura de tres kilómetros de línea de ferrocarril, los Soviets lanzaron su último gran ataque en este sector el 19 de marzo de 1943. También se repelió con fuertes pérdidas en ambos lados.

Las críticas del personal general soviético después de la batalla resaltaron las razones del fracaso de los ataques durante la Operación Estrella Polar como defensas fuertemente fortificadas, reconocimientos defectuosos, pobre control y mando a todos los niveles, empleo torpe de tanques y apoyo ineficaz a la artillería.


El fracaso del 55º Ejército para seguir adelante con su éxito inicial significó que el cerco de las fuerzas alemanas en el sector Mga había perdido su pinza septentrional. La falta de éxito de los otros ejércitos atacantes, por razones similares, condujo al fracaso general de la grandiosamente concebida Operación Estrella Polar. Pasaría casi un año más antes de que el 18º Ejército se retirara de los accesos directos a Leningrado. El 50º cuerpo alemán, en particular la 250ª División de Infantería (Española), había conseguido mantener al Ejército Rojo dentro del perímetro del sitio de Leningrado, pero a un alto costo.


El 15 de febrero, la 250ª División de Infantería sufrió bajas de 3.645 muertos o heridos y 300 desaparecidos o prisioneros, lo que significó un 70-75% de muertes de las tropas que participaron en la batalla. Las bajas en el lado soviético  fueron de 11.000 soldados del 55º Ejército. Debido a estas fuertes pérdidas y a la presión de los aliados al gobierno español, la División Azul fue retirada a Alemania y posteriormente disuelta. Una nueva formación voluntaria llamada Legión Azul permaneció en combate en el Frente Oriental, adscrito a la 121ª División de Infantería hasta marzo de 1944. Luego fue disuelta y la mayoría de los voluntarios enviados a España. El 55o ejército participó eventual en romper el cerco de Leningrado, asegurando la línea de Leningrado-Moscú en 1944. Posteriormente avanzó en Estonia y luchó en Courland hasta 1945.

Los capturados en la batalla, en el lado español, fueron enviados a los campos de gulag, principalmente en Siberia, y no fueron repatriados a España hasta 1954. Krasny Bor sigue siendo, en su mayor parte, una batalla oscura en el conocimiento histórico moderno relacionado con esta devastadora guerra. La División Azul recibió una Medalla de Servicio de Combate, diseñada personalmente por Adolf Hitler, por su defensa del precario flanco oriental del Grupo de Ejércitos del Norte.

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Fuerteventura, 08 de Mayo de 2017

Operación Estrella Polar, Polyarnaya Zvezda

españoles ejercito alemán
Detalle del avance germano-finlandés sobre Leningrado hasta finales del mes de septiembre. Mapa ruso.

Como prometimos en la entrada anterior, nos toca hablar de la participación de los españoles en el Frente Oriental durante la Segunda Guerra Mundial encuadrados en la División Azul.

La batalla de Krasny Bor, de la que hablaremos en la siguiente entrada, formó parte de la operación soviética Polyarnaya Zvezda. Un ataque en pinza cerca de Leningrado, como continuación de la Operación Iskra y así levantar completamente el Sitio de Leningrado, rodeando una parte sustancial del 18º Ejército alemán. La ofensiva cerca de Krasny Bor, formaba parte del brazo occidental de la pinza. La ofensiva soviética comenzó el miércoles 10 de febrero de 1943. Produjo avances notorios en el primer día, pero rápidamente se estanco. La fuerte defensa de la 250ª División de Infantería, liderada por el General Emilio Esteban Infantes y la 4ª División de Policía de la SS, dio tiempo a las fuerzas alemanas para reforzar sus posiciones. Para el 13 de febrero, las fuerzas soviéticas habían detenido su ofensiva en este sector.
El cerco de Leningrado comenzó a principios del otoño de 1941. Para el 8 de septiembre, las fuerzas alemanas y finlandesas habían rodeado la ciudad, cortando todas las rutas de suministro a Leningrado y sus suburbios. Sin embargo el avance sobre la ciudad falló y la ciudad fue sometida a un cerco. Durante 1942 se hicieron varios intentos de romper el bloqueo, pero todos fueron infructuosos. El último esfuerzo de este tipo en 1942 fue la ofensiva de Sinyavin. Después de la derrota de ese esfuerzo, la línea del frente volvió a lo que era previamente y otra vez 16 kilómetros separaron el frente de Leonence Govorov de Leningrado en la ciudad y el frente de Volkhov de Kirill Meretskov.
A pesar de los fracasos de las operaciones anteriores, la elevación del sitio de Leningrado era una prioridad muy alta, así que los nuevos preparativos ofensivos comenzaron en noviembre de 1942, solamente semanas después de que la última ofensiva fallara. En diciembre, el plan operacional fue aprobado por el STAVKA (Alto Comando Soviético) y recibió el nombre en clave "Iskra" (Chispa). En enero de 1943, la situación se veía muy bien para el lado soviético. La derrota alemana en Stalingrado había debilitado el frente alemán. Las fuerzas soviéticas planeaban o llevaban a cabo operaciones ofensivas en todo el frente, especialmente en el sur de Rusia.
En medio de estas condiciones, "Iskra" iba a ser la primera de varias operaciones ofensivas dirigidas a infligir una derrota decisiva al Grupo de Ejércitos del Norte.
La operación Iskra fue una victoria estratégica para las fuerzas soviéticas y abrió con éxito un corredor terrestre de 8-10 km de ancho en la ciudad. Un ferrocarril se construyó rápidamente a través de él y permitió que muchos más suministros para llegar a la ciudad que el "camino de la vida" (la ruta del camión a través del lago congelado Lagoda), eliminando la posibilidad de la captura de la ciudad y una conexión germano-finlandesa. Al mismo tiempo, sin embargo, STAVKA sabía que "Iskra" era incompleta pues el pasillo que había abierto era estrecho. Además, las alturas importantes y el punto fuerte en Siniavino eran todavía controlados por los alemanes. Esto llevó a Georgy Zhukov, el comandante soviético, a planear una operación ofensiva más ambiciosa llamada Operación Polyarnaya Zvezda (Estrella Polar).
La Operación Polyarnaya Zvezda trató de construir sobre el éxito de la Operación Iskra y comenzó pocos días más tarde. Zhukov, que había supervisado Iskra, fue promovido al mariscal de la Unión Soviética el 18 de enero, el día en que los dos Frentes Soviéticos se unieron y rompieron el bloqueo. Esto prevé un ataque de tres frentes por parte del Frente Noroccidental (aproximadamente equivalente a un grupo de ejército), bajo el mariscal Semyon Timoshenko; El Frente de Volkhov bajo el Coronel General Kirill Meretskov y el Frente de Leningrado bajo el Coronel General Leonid Govorov, del que ahora formaba parte el 55º Ejército. El Frente Noroccidental debía atacar el Corredor Ramushevo, que conectó el Demyansk Salient, que los alemanes mantenían en sus posiciones principales desde 1942. La destrucción de la mayor parte del Ejército alemán en el bolsillo permitiría al Frente explotar la brecha en el Líneas alemanas. Los Frentes de Leningrado y Volkov debían aprovechar el hecho de que el Ejército alemán 18 se estiró en los combates de enero y así atacar los flancos del ejército, con el objetivo de unirse cerca de Tosno. Una vez más, esto crearía una brecha en las líneas alemanas. En general, el objetivo de la ofensiva no fue nada menos que derrotar decisivamente al Grupo de Ejércitos del Norte y avanzar hacia el Lago Chud.
El objetivo del 55º Ejército era romper la vital carretera Leningrado-Moscú, empezando desde su posición de despegue en Kolpino hacia Tosno; Fue para unirse con un ataque de pinza en dirección norte del 54º Ejército del Frente Volkhov, rodeando así a las formaciones alemanas en el sector Mga. La autopista es una importante conexión ferroviaria que une Moscú y Leningrado. El pivote-punto para esta carretera era Krasny Bor, situado entre la carretera y la línea ferroviaria. El ataque del 55º Ejército también golpearía sectores defendidos por otras formaciones alemanas que se establecieron para asegurar flancos y atraerlos a la batalla. Una vez que este ataque había tenido éxito, el plan era que las fuerzas del segundo escalón avanzaran por la brecha hacia Tosno. El ataque estaba planeado para el 10 de febrero de 1943 y debía saltar desde Kolpino. El 55º Ejército planeó atacar con una fuerza de aproximadamente 40.000 hombres y 30 tanques en el primer escalón, para ser seguido por un grupo móvil compuesto por la 122ª Brigada de Tanques y la 35ª Brigada de Esquí.
A fines de enero de 1943, Emilio Esteban Infantes, comandante general de la 250ª División de Infantería (División Azul), estaba al tanto de la acumulación de las fuerzas soviéticas (55º Ejército), lo que indicaba que un ataque era inminente. Para desviarlo, ordenó a sus reservas, y a las 9ª y 11ª Baterías del 250º Regimiento de Artillería, a Krasny Bor el 2 de febrero. El 9 ordenó que al menos un tercio de los hombres con todas las armas automáticas disponibles se retirarían a 2.000 metros de la línea principal de resistencia; Que el 269 ° Regimiento de Infantería esté dispuesto a renunciar a su 2 ° Batallón tan pronto como se le solicite; Y que el 263rd Regimiento de Infantería tuvo que proveer una compañía de infantería, dos compañías Fusileros y una compañía de ametralladoras como reservas. Se establecieron algunos campos de minas adicionales y se realizaron mejoras menores en las posiciones de tiro. El comandante alemán prometió enviar dos compañías antitanque con cañones Pak 40 AT de 75 mm y cañones AT de 88 mm (aunque sólo uno de ellos llegó a tiempo para la batalla), así como un regimiento de infantería.

Fuerteventura, 5 de Mayo de 2017